martes, 4 de septiembre de 2012

El Dibujo en la Prehistoria

Según René Huygue (El Arte y el hombre, Editorial Planeta, Madrid, 1977) el arte empieza en el momento en el que el hombre crea, no con un sentido utilitario como los animales, sino para expresarse.

Los primeros dibujos que conocemos realizados por nuestros antepasados son los de las cuevas del paleolítico

El arte prehistórico del período auriñaciense es un arte principalmente lineal, realizado con instrumentos que hacían líneas o puntos, por lo que se puede hablar de él más como dibujo que como pintura, en el magdaleniense se pasó a utilizar una técnica más pictórica, para acabar, hacia finales del Paleolítico,tomando dos direcciones: 1ª., la que utilizaba las protuberancias de las rocas para conseguir efectos de volumen en las figuras representadas. 2º., lineal y esquemática.

El dibujo del neolítico encuentra su expresión más representativa en el grabado rupestre que participa de las características lineales de los dibujos paleolíticos.
En la Edad de los Metales el dibujo comienza a aparecer asociado a la decoración, especialmente en la decoración de la cerámica.

Los dibujos rupestres son representativos y tienen carácter simbólico y ritual, carecen de composición y constituyen un conjunto de formas aisladas, carentes de marco. Los dibujos decorativos, “encuentran su marco” en la pieza cerámica y se organizan en función de la misma, constituyéndose en dibujos abstractos y geométricos.

Respecto al carácter ritual de los primeros, se suele citar una experiencia de Frobenius acaecida en una de sus expediciones al norte de África, en el año 1905. Como se habían acabado las provisiones les pidió a los guías -pertenecientes a una tribu de pigmeos cazadores- que mataran un antílope. Ellos lo miraron con asombro y le dijeron que habría que esperar al día siguiente porque sería necesario hacer los preparativos. Al amanecer del día siguiente, Frobenius siguió a los nativos -dos hombres y una mujer- escondiéndose entre unos matorrales, con el fin de poder observar los misteriosos preparativos. Desde allí pudo ver como limpiaban de hierba un cuadrado y alisaban la tierra y, a continuación, hacían un dibujo con el dedo índice. Cuando salió el sol, la mujer extendió los brazos hacia él y, cuando sus rayos iluminaron el dibujo, pronunció unas palabras; al tiempo que lo hacía, uno de los hombres clavó una flecha en el dibujo. A continuación, se fueron a cazar. Acto seguido, Frobenius se acercó y pudo ver lo que habían dibujado: un antílope, en cuyo cuello habían clavado la flecha(1).

Se cree que muchos de los dibujos prehistóricos tenían este mismo carácter ritual. El rito que acompañaba el trazado de los mismos tendría como objetivo favorecer la caza y, en otros casos, la fertilidad y la procreación.

Los motivos representados en el arte rupestre eran esencialmente naturalistas; los de la cerámica, abstractos y geométricos.

Yacimiento arqueológico de Erqueyez, Sáhara Occidental.











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